¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?
Lo trivial es un adjetivo que hace referencia a algo vulgar o muy conocido, el aprendizaje es un tema de conocimiento popular en tanto que todos hemos sido parte de dicho proceso, sin embargo, dada su complejidad requiere de nuestro análisis para definir el papel que desempeña cada uno de los elementos del proceso de enseñanza aprendizaje y su interrelación. Por consiguiente, no podemos calificar al aprendizaje como algo trivial.
En cuanto a que si se puede observar y medir con base en unas simples preguntas, es posible, dependiendo de qué es lo que se entiende por aprendizaje y cuál es el objetivo que se persigue, en términos conductuales sí es posible observar y medir el aprendizaje con base en preguntas relacionadas con los contenidos, lo que significa que no pueden ser unos contenidos cualesquiera, sino que éstos deben estar relacionados con el sustento teórico metodológicos del aprendizaje.
A partir de las nuevas exigencias educativas, con la implementación del modelo basado en competencias, Xavier Vargas problematiza y da elementos teóricos que expliquen la relación estructural entre el desarrollo de las competencias y el aprendizaje significativo y situado. Con esta investigación nos deja ver que el aprendizaje no tiene nada de trivial, por el contrario es un proceso con una estructura compleja; que no es suficiente observar y medir con simples preguntas pues el aprendizaje es un proceso que no solamente desarrolla la estructura cognitiva de la persona, sino que construye a la persona en sí; y que los contenidos son importantes en tanto que son el pretexto para el desarrollo de las competencias.
El eje de su análisis gira en torno a la construcción del conocimiento, analizando las nociones de competencia, aprendizaje, aprendizaje significativo y aprendizaje situado.
En lo que respecta al desarrollo de las competencias, reconoce la importancia fundamental de la acción (sin descalificar al discurso verbal) en la movilización de esquemas producidos por la asimilación y acomodación (entendidos como los refiere Piaget) para que exista una adaptación, lo que re-construye los conocimientos, para el desarrollo de unos nuevos, generando así una nueva competencia.
Concuerda con Pérrenoud en que una de las características centrales de una competencia es la movilización pero no de conocimientos como los menciona este autor sino de esquemas de acción.
Xavier Vargas considera que el desarrollo de las competencias no pueden estar desprovistas de un sentido teórico-crítico pues con ello se corre el riesgo de hacer de una profesión solo un oficio, lo que estaría en contra de los objetivos de la educación.
Con respecto al aprendizaje con “h”, afirma que la cuestión de desarrollar competencias no es una cuestión de generar el progreso en ciertas capacidades para atender a determinados objetos socio-profesionales, sino que al hacerlo se está optando por la construcción de la propia persona.
Teniendo como bases que la acción es la que moviliza la organización de los esquemas de entendimientos de la realidad; y que los aprendizajes con “h” en tanto que son apropiaciones de la realidad y construcción de sí mismo, lleva a afirmar que todo aprendizaje es significativo. El grado de significatividad depende del interés del estudiante. El papel del profesor es asociar el interés que presentan los estudiantes con los contenidos.
Con respecto al aprendizaje situado, menciona dos modos de situar al aprendizaje, el primero corresponde a situarlo en el interés del estudiante por aprender algo; y el segundo a las posibilidades reales que tal estudiante tiene para acometer con éxito la tarea de construir un determinado conocimiento. En el primer aspecto se refiere a favorece el descubrimiento por parte del estudiante. En el segundo, a colocarlo dentro de la zona de desarrollo próximo (tal y como lo define Vigotsky, pues es sólo dentro de la capacidad real de aprendizaje que un estudiante tiene las posibilidades reales de construir un conocimiento.
Se puede concluir que el aprendizaje es un proceso complejo que requiere de un análisis de la interrelación que existe entre los elementos que lo componen; es una construcción de conocimientos, por lo tanto, no se puede observar y medir con base en unas simples preguntas; los contenidos no son importantes en sí mismos sino que están en función de generar interés en los estudiantes y provocar que éstos construyan sus propios conocimientos.